Caramelo Negro: dícese del cuento de humor negro o terror moderado que se compone de sólo tres líneas de diálogo o dos líneas de diálogo y una de narración. Su argumento se apoya en el título, que deberá ser revelado sólo al final del cuento para conseguir el golpe de efecto. Por su brevedad, justeza, elevado aporte de simpatía y nulo valor literario se les da el nombre de "caramelos", en paralelismo con el caramelo gastronómico, que tampoco tiene valor nutricional, pero es rico para comerlo. (Diticcionario).
Y como las cosas se entienden mejor con un ejemplo, aquí va uno:
—¿Cómo se te ocurre? ¡Daaame eso!
—¡Tú dijiste que jugáramos a cualquier cosa!
—¡Sí, pero no a las tabas!
("Los hijos del sepulturero se aburren".)
—¿
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